Para la mayoría de los inversores, las acciones y los bonos van juntos. Son los dos pilares principales de una cartera bien equilibrada, los ingredientes clave de su riqueza a largo plazo.
Mientras que las acciones acaparan los titulares, la renta fija es una fuente más discreta de flujo de caja y preservación del capital. A menudo, cuando las acciones pierden valor, la renta fija se revaloriza, lo que la convierte en una importante cobertura.
Además, el mercado de renta fija es mucho mayor que el de acciones. Pero decidir qué tipos de renta fija debería poseer depende de factores como su edad y su tolerancia al riesgo.
¿Qué es la renta fija?
Una ciudad quiere construir una nueva escuela; una empresa quiere ampliar su producción. El gobierno federal necesita ayudar a los niños pobres. Una empresa necesita ampliar su producción.
Estas entidades piden dinero prestado vendiendo bonos, que no es más que otra palabra para renta fija.
Los títulos de renta fija se emiten con una fecha de vencimiento y un tipo de interés específicos, el llamado cupón. Durante la vida del bono, los pagos de intereses se realizan de forma regular, normalmente dos veces al año. Al vencimiento, el emisor reembolsa el principal, o valor nominal, del título.
La fiabilidad y puntualidad de los pagos es la razón por la que la renta fija es un activo tan deseable, especialmente para los jubilados de más edad. Por supuesto, hay contrapartidas.
La inflación puede devorar el valor de los pagos de intereses de los bonos, mientras que las empresas en dificultades pueden no cumplir con sus obligaciones de deuda.
Y si posees una cesta de bonos en un fondo mutuo o cotizado, el aumento de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal podría hacer que el valor de su inversión disminuyera.
¿Cómo funciona la renta fija?
Para ilustrar cómo funcionan los valores de renta fija, supongamos que Acme Corporation necesita reunir capital para una nueva planta de producción.
Acme tiene la calificación de bonos más alta posible y necesita 10 millones de dólares en fondos. La empresa se dispone a vender bonos con un valor nominal de 1.000 dólares.
Si un inversor compra un bono directamente a Acme, paga el valor nominal. Los bonos se negocian en el mercado secundario, y pueden negociarse por encima de la par, con prima, o por debajo de la par, con descuento.
Supongamos que compramos los bonos directamente a Acme y los mantenemos hasta su vencimiento. Los bonos pagan un 4% semestral sobre el valor nominal de 1.000 $ y vencen en 10 años.
En este escenario, cada bono paga 40 $ anuales en dos pagos de 20 $ cada uno. Al final de los 10 años, cuando venza el bono, el tenedor del bono recibirá el reembolso del principal de 1.000 $ y habrá ganado 400 $ en intereses.
Leer también: Invertir fácil aun siendo principiante
Soy redactora desde hace más de 10 años algunos de los temas que con mayor frecuencia escribo son: seguro de autos, finanzas personales y diseño de interiores.
Diana Islas
Soy redactora desde hace más de 10 años algunos de los temas que con mayor frecuencia escribo son: seguro de autos, finanzas personales y diseño de interiores.
